¿Cuándo acudir a un psicólogo?
No existe una norma fija para determinar cuándo es el momento de acudir al
psicólogo para solicitar ayuda, ya que un problema puede afectar de forma
distinta a cada persona, por tanto es algo puramente subjetivo. De hecho muchas
veces no depende tanto del problema en sí, como del hecho de considerar que no
tenemos recursos suficientes para enfrentarlo o solucionarlo solos.
Debemos acudir al psicólogo cuando detectamos que uno o varios problemas
bloquean, entorpecen o dificultan en exceso nuestra vida, inundándola de
sensaciones desagradables y malestar, impidiéndonos gozar de sus aspectos
positivos o placenteros.
En ocasiones, creemos que somos capaces de "salir de ésta" solos,
y que lo único necesario es serenarnos y darle tiempo al tiempo. Pero a menudo,
determinados problemas no se solucionan solos ni fácil ni rápidamente si no es
con ayuda de un profesional.
Pedir es tan necesario como dar. No confundamos la autonomía o la
autosuficiencia a la hora de gestionar nuestras vidas con la negativa a solicitar
la ayuda de otras personas en un momento dado para conducir esas acciones a
buen puerto.
Recordemos que la Salud, según la Organización Mundial de la Salud, es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no únicamente la
ausencia de enfermedad.
El psicólogo es, simplemente, un experto en salud mental que actúa
como asesor y acompañante y que intentará ayudarnos a que consigamos (siempre
por nosotros mismos y desde nosotros mismos) mayor bienestar y
estabilidad, dotándonos de estrategias y herramientas útiles para manejar y
solucionar los problemas presentes y prevenir o resolver los futuros,
aumentando la seguridad en nosotros mismos, así como propiciando un mejor
discernimiento en la búsqueda de soluciones y potenciando nuestra autoestima.