jueves, 4 de abril de 2013

El estrés bajo control

El estrés
¡Mantenlo a raya!

Podemos estar estresados y no darnos cuenta.



Podemos sentirnos mal físicamente y no saber que esas molestias estás provocada por el estrés.

Uno de los principales problemas es que con frecuencia ni siquiera nos damos cuenta de nuestro nivel de estrés.

¿Por qué?


  1. Nos acostumbramos a la vida que llevamos y ya no le prestamos atención a lo que sentimos. Llegamos a convencernos de que sentirse así es normal.

  2. Le quitamos importancia, porque creemos que no podemos hacer nada para cambiar lo que está pasando. Creemos que es inevitable.



En relación al primer punto, quiero contarte un experimento que se hizo en un laboratorio (un tanto cruel, todo hay que decirlo):

Un grupo de investigadores puso a hervir una olla con agua. Cuando el agua empezó a hervir metieron a una rana.
Ésta, al contacto con el agua hirviendo, saltó hacia fuera inmediatamente.
Así salvó su vida.

Más adelante, colocaron a la rana dentro de la misma olla, pero con agua fría. Pusieron la olla en la lumbre, con una llama muy pequeña.
El agua se fue calentando poco a poco hasta que hirvió.
La rana no se dio cuenta del cambio de temperatura y murió.


Cuando el estrés forma parte de nuestra vida diaria, nos acostumbramos a él. Va aumentando poco a poco, de forma que no nos damos cuenta de que, como la rana, no estamos quemando vivos.



No nos damos cuenta de cómo influye en nuestra salud y en nuestra vida en general, hasta que nos enfermamos o los problemas nos rebasan.


Una situación estresante que no se soluciona, puede provocar un círculo vicioso.

Un problema nos causa estrés. Si éste se mantiene, aumentan nuestros o nos cuesta más trabajo solucionarlos.

¿El resultado? 

El estrés se incrementa y se vuelve a dar todo el proceso.


Cuando esta situación se prolonga, surgen problemas de salud o repercute en otras áreas de la vida de la persona.




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